jueves, 9 de febrero de 2017

Citas: La nevada del cuco - Blanca Busquets

"La necesidad de escribir es como la necesidad de sonreír cuando otro nos sonríe. Hay que hacerlo, no puede quedarse dentro porque, si se queda dentro, la sonrisa se estropea, deviene mueca, y las letras, púas que se te clava por todo el cuerpo y no te dejan vivir en paz".

"Pintar me distrae, ¿sabes? Lo necesito".

"Su padre le daba un beso en la frente y le decía que leyera más, que en las letras estaban la cultura y el futuro".

"El cura fue trayéndome libros que yo ya había leído pero que volvía a leer con gran placer porque cada libro era como un amigo que me permitía visitarlo de nuevo".

"También era la primera vez que preguntaba de dónde había salido aquella pintura, de cría no piensas en eso, solo piensas en lo que ves y te impacta, no en de dónde sale ni de dónde viene, y la vida está llena de cuadros, de paredes con dibujos más o menos afortunados".

"Octavi vuelve a sonreír. En su sonrisa esconde el pasado inmediato, una vida que se acaba porque está empezando una vida nueva. Y hay que ir liquidando las vidas".

"Ya no lloraba, ya no tenía ganas, las lágrimas se le habían secado hacía años; por lo visto, cuando derramas muchas, se acaban".

"Su antigua habitación había servido para guardar más libros.
Los suyos no. Los suyos se los había llevado a pesar de la mala cara de Octavi, pero adónde vas con todo eso, tendrás que regalarlos porque no van a caber todos. Ah, no, había replicado ella, son mi vida".

"Hay cosas que se acaban. Y también se acaba el mal tiempo, el mal tiempo siempre se acaba".

"Entonces todo pasó muy lentamente. La vida tiene esas cosas, a veces evoluciona demasiado rápido y otras veces tan despacio que se arrastra".

"Y cuando los domingos se sentaba a escribir, no escribía sobre la casa, sino que hablaba de fuera, de una vida feliz, pero empezaba a pensar que la vida feliz no existía, y tanto lo pensó que un día ya no pudo escribir más. Se había quedado seca, vacía, yerma".

"Y Lali intentaba mantener los pies en el suelo y no podía. Y sudaba y sudaba y se despertaba chillando, y Octavi le decía mientras la abrazaba, ya está, Lali, ya está, ha sido una pesadilla, nada más. Ya está.
Pero no era una pesadilla, no. Era toda una vida".


"Muerte y vida. Cuántas combinaciones pueden hacerse con esas dos palabras".

"Después, poco a poco, el tiempo consiguió que la herida fuera cicatrizando. He empezado a darme cuenta de que el tiempo es lo único que lo consigue todo".


"Cómo han cambiado las cosas, cómo se abre el cielo cuando cae una buena tormenta y después se vuelve azul, azulísimo, limpio y fresco. Entonces puede comenzarse de nuevo".

"Todos los roles, por malos que sean, terminan deviniendo costumbre. Uno se acostumbra a asumir el papel que le toca en la vida".

"Se despidieron dejándose una huella imborrable. No habían pasado ni diez días cuando Laura telefoneó para decir, mi padre me ha despedido, si quieres, soy toda tuya".

"Las mujeres siempre sufrimos en silencio y los hombres dicen las cosas en voz alta

"Pues pasó que yo dije, vamos, que nos perderemos, secándome las lágrimas y levantándome. Él no se movía, se había quedado plantado. Y entonces todo había cambiado. Todo. Él había terminado por decir, ¿sabes qué me pasa? Pues me pasa que nada importa si tú no estás a mi lado. Y entonces una vocecilla, que era mía y que yo no quería que hablara pero habló, contestó, a mí me pasa lo mismo".

"Y, sin quererlo, siempre sin quererlo, me acerqué a él. Y nos besamos un instante fugaz. Después nos separamos precipitadamente y echamos a andar de nuevo".

"Dijo, mírame y dime que no me quieres. Si me lo dices, me iré y no volveré. Ay, cuánto dolían aquellas palabras, cuánto. No podía resistirlo, no podía pensar en que se fuera".

"Solo se vive una vez, chica, no dejes que la vida se te escape".


"Pero todo eso ocurrió a los dos años del verano seco, dos años después de aquel beso entre lágrimas que no estaban secas, un beso mucho más intenso que el que nos habíamos dado en mitad del bosque de vuelta de casa de Ciri. Yo no podía parar de llorar, me sentía como un trozo de hielo al sol, me deshacía poco a poco en los brazos de Miquel".

"El cura siempre ha sido un tanto misterioso y, si Miquel tiene fuego en la mirada, él tiene relámpagos que, a veces, lo iluminan todo".

"Cómo pasa el tiempo y cómo cura las heridas. Con todo, hay algunas que tardan mucho en cicatrizar o que tal vez no cicatricen nunca".

"El viento caliente de aquel verano amarillo me secó las lágrimas de fuera pero no las de dentro.
Aún hoy recojo alguna y todavía escucho las palabras de la abuela moribunda, no dejes que la vida se te escape".

"Hay cosas que te alteran y necesitas tiempo para asumirlas".

"Le había costado decirle que escribía. Implicaba sacar por primera vez en la vida lo que hasta entonces solo había existido por dentro, montones de páginas que le hablaban a ella o a Mila y que le habían servido de entrenamiento, de puesta en marcha de un motor que sabía que la haría volar".


"Una pausa de la vida, pensaba Lali mientras esperaba con Pau y Marta a que su madre saliera de quirófano. Pero aquella era una pausa forzada, de las que cuestan".

"Lali lo ha mirado con ojos nuevos y ha visto lo que hasta entonces le había pasado por alto, es decir, que el chico tenía otras intenciones con ella aparte del café y los papeles. Llevaba escrito en los ojos que se ha enamorado".


"Entonces Xevi había carraspeado y había dicho algo sorprendente, perdona que te lo pregunte así, pero no sé cómo pedirte que salgas conmigo.
Lali ha abierto la boca y ha vuelto a cerrarla, la verdad, no sabía qué decir ni cómo contestar a aquella proposición presentada al estilo teenager. Al final ha optado por echarse a reír, quieres decir que seamos novios, ¿es eso?, ha preguntado sin manías para asegurarse. Un poco sí, ha contestado él, avergonzado por la risa de Lali. Pero Xevi, si no me conoces. Pero todo puede probarse, porque a mí me gustas, se ha apresurado a replicar Xevi".

"Mi papel en esta casa cambia, como cambia el papel de todos en la vida y así se nos escapa esta vida que finalmente nos conduce a abrazarnos a la muerte".

"Su novela no me enseñó cómo era el mar, pero sí cómo era mi alma. Me quedé sin respiración".

"Sin esperar a que le preguntara me dijo, me casé porque me enamoré. Pero tengo la impresión de que me enamoré porque necesitaba enamorarme después de tu negativa".

"El viento, el sol, las nubes, la tierra, la hierba, las langostas, todo dejó de existir. Nunca había experimentado nada igual. Me pareció que me fundía con su mirada y que, juntos, creábamos un mundo nuevo. Y el otro mundo que entendiera lo que quisiera".

"No se puede vivir del odio, decía Xevi, porque eso no es vivir, es morirse".

"A veces las cosas no funcionan como es debido y las previsiones se truncan por alguna razón, todo se va al traste o, simplemente, se vuelve gris oscuro lo que tenía que ser de alegres colores. Dicho de otro modo, la felicidad completa no existe".

"Todas las aguas acaban volviendo a su cauce, se decía Lali, todo acaba en el lugar que le corresponde, poco a poco, sin prisas".

"Quedaba poco de ella, solo el brillo de los ojos. Era media tarde. Al anochecer, cogió aire por última vez y después dejó de existir".

"Al fin y al cabo, se decía después Lali, la vida está compuesta de sensaciones extrañas e irrealidades".

"La sensación de libertad llega cuando se aprende a mirar la niebla desde arriba. Es lo que se dice Lali a sí misma desde hace días. Es como si toda la vida hubiera cargado con una piel que hubiese ido adelgazándose y ahora, de pronto, lo poco que queda fuera cayéndose a pedazos y el cuerpo pudiera comenzar a moverse sin ningún impedimento. No significa que no queden cosas por arreglar, no. Claro que quedan asuntos pendientes, muchos".

"En todas las épocas se sufre, piensa ahora Lali mientras se mira los pies".

"Cuántas cosas han cambiado, sí, pero la esencia se mantiene".

"Y así también entenderás que la vida es cíclica, que todo se repite, que las tormentas solo existen para darnos tiempo a respirar, a decidir si nos interesa o no seguir adelante".

"Pero siempre hay una sombra que nos persigue como un fantasma toda la vida, una sombra que un día nos atravesó el corazón y que no podemos quitarnos de encima".


"No estaba triste, a estas alturas ya sabe que hay trenes a los que se sube y trenes que escapan sin darte tiempo a cogerlos y que cada uno de los trenes a los que subes te llevan a un lugar inesperado, donde seguro que hay otro tren que te espera".

"Porque, de pronto, ha llegado una bolsa de aire caliente que lleva dentro palabras de otros tiempos, de hace muchos años y de no hace tantos, una bolsa de aire que las suelta junto a los oídos de Lali. 

Palabras que deberían haberse dicho y no se dijeron, palabras que se perdieron el día que debían ser pronunciadas y que nadie sabía dónde estaban. La fuerza con que llegan ahora, de pronto, hace que le salten las lágrimas".






Blanca Busquets

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